lunes, 28 de diciembre de 2015

MIS FOTOS DE PRIMAVERA


MIS FOTOS DE  PRIMAVERA


¡Qué paréntesis de felicidad en el agridulce de la vida! 
Quiero vivir la felicidad de este nuevo alumbramiento virgen de todo, historia de un día sin pasado ni futuro, blanca luz  que irradia latidos, tálamo divino donde quiero reposar mis sueños, y mi corazón, con vida nueva  en el regazo del amanecer, 
de la luna, en brazos de un Dios que se apellida Amor. 


La primavera en Andalucía toca a su fin. Esta fotografía,
  precoz verano que ya es realidad en nuestras playas


Cualquier estación es buena para acercarse 
con amor al que llora.


Mi preciosa Avenida, luz, paz,  cielo...



¡Pobre gato! Feliz a mi lado a cambio de nada.


¡Qué belleza de nube  frente a mi terraza! de nuve, frente a mi terraza!
En algo quisiera parecerme a ella.
Gracias preciosa, por posar para mí. 




Mi terraza tras el invierno, se ha crecido. ¿Y yo?
Tendré que "medirme"


¡Qué maravilla mi sierra cordobesa!
Jardín de flores de tantos y precisos colores
que resultan mágica alfombra de caminos en soledad.


Mi arbolito, que nació en un capricho de pájaros, 
vuelve a estar preciso y máxime con estos atardeceres
que me extasían.


Adiós -le digo al crepúsculo- y una oración al cielo: un día más, uno siquiera para volver a ver amaneceres y ocasos.
¡Qué belleza! 

No, no son aburridas las nubes, son, 
y a mi me maravillan, dibujos del cielo.


Esta tarde última de invierno. A mi cielo le  crecían alas.
 Era el invierno que se despedía, que se iba,
y yo con los brazos abiertos, a un tiempo, lo
 abrazaba y abrazaba a la recién estrenada primavera.



Desde mi terraza, una vez y otra, miro al cielo y a ese montoncito de casas
 que, a pesar de ser mi paisaje de días y años, las puestas de sol, las nubes, la luz...
lo crean cada día  como si acabara de nacer. 
Y yo lo contemplo y en esta foto de primavera,  se me antoja que un gran pájaro
lo sobrevuela. 


Maravilloso atardecer el de ayer en Córdoba. 
¡Ojalá el nuestro sea como esta eclosión de luz y color!


Tarde la de ayer, amigos  de  filigrana  de nubes que cruzaban 
nuestros cielos como en una artística  recreación.
A mí se me antojaban que cantaba con ellas a duo el Himno de la Alegría.





¡Qué belleza de luna, de lugar, de hora!
No me la puedo quedar para mí sola; sería egoísmo.
Luna, lenta,no te vayas; duerme por esta noche junto a mi ventana


Este puñado de casas frente a mi terraza, es, cada día, objeto de mis primeras miradas, porque me recuerda aquella frase que dice: para hacer grandes a los pueblos, no elevéis sus tejados sino las almas de sus habitantes.


En esta bocanada apocalíptica me siento feliz en una de esas casitas que se confunden con el negro yermo


¡Qué cariño le tengo a la vieja estación de mi pueblo! Vías, trenes, gente, cantina y aquella perezosa campana que anunciaba la llegada y salida de trenes. 
Hoy, puertas cerradas, vías muertas, clausurada la vida... 
Pero me sigue gustando, la sigo queriendo; 
es mi estación de tantas salidas  y llegadas... 
Hoy, vuelvo a subir a mi cantor y humeante 
"carretilla", a la  excepcional rutina del día a día.

                
Nueva foto desde mi terraza, mirador de paisajes celestiales 
que graciosamente matizan mis bien cuidadas plantas.
Horas indescriptibles de belleza que me colman de felicidad.


 Foto de no sé dónde pero tomada desde la magia de mi cámara.
¡Maravilloso panorama y maravillosa mi cámara que me regala fotos, 
aún de los más remotos lugares!


Baja, gatito y no me temas; jamás te haría daño.  
Tú también eres parte d mi universo.


¡Qué precioso lago! A veces me eclipso esperando que salga un monstruo, 
pero lo que de vez en cuando aparece es una mamá pata con sus patitos.
¡Qué maravillosa visión!

                                    

¡Qué maravilla de  cielo rojizo que va   techando+  la ciudad!
Quisiera auparme en una nube y viajar dando color a un mundo 
que  parece perdido en la oscuridad.



¡Cuántas reflexiones  ante este foco de luz iluminando al  negro ciprés!