Viernes 30 de diciembre de 2022
Buenos días, amigos. Dice San Agustín: Cuando rezamos hablamos con Dios, pero cuando leemos es Dios quien habla con nosotros.
Sí, unos minutos de lectura relajan y enriquecen. Os propongo, hoy, una breve prosa poética, escrita desde mi rincón de la sierra cordobesa, mi lugar favorito.
NO TARDES
Cielo, divina filigrana de nubes negras, grises, blancas... Silencio y soledad.
Sierra, corazón salvaje de jaras, matorrales, pinares que laten en abismos, yermos, valles...
Aire fresco que aletea por las ramas de los frutales en un sonoro, místico y nostálgico misterio
que rememora el oleaje de playas en calma
Y se cuela en silbo que acaricia nuestra nada.
Ladridos lejanos, ruido alto de un avión, canto ancestral de gallos, chirriar de pozos, encinas, chaparrales, tomillo romero, jarales...
que rememoran aquella infancia de canciones y juegos:
¡A la flor del romero, romero verde!
Y yo aquí, estática, elemento más del paisaje,
atenta, dócil, agradecida... vigilo, asisto al óbito lento que va segando verdes en reverente sintonía con el crepúsculo que de tonos violáceos va tiñendo el horizonte.
Sí, quiero inundarme de luz, de cielo, de verdes, negros, blancos..
Quiero que me posea este rincón de la tierra donde los ecos del silencio reverberan palabras, gestos, amores... que me siguen latiendo en no sé qué estancia de mis más puros sentires.
De repente, unas palabras: ¡Dios cómo se agitan en mi alma en torrente de lágrimas y sonrisas!
Extasis de Ángelus crepuscular que como sombra chinesca se dibuja en horizontes lejanos que en un parpadeo llegan a mí en el relieve de un arco iris de sueños.
Momentos mágicos que quisiera plasmar en el lienzo de la historia, con el pincel, recóndita brisa de mi alma, blanca luna de mar llena.Pasa el cielo, se acaba el día. Apresúrate, amigo.
Escuchemos juntos la voz del viento
Comportamos el ritmo de los último compases de la tarde y los ecos de millones de estrellas en este universo que empieza a ser noche.
Hace mucho, desde aquel día, sin despedida, que te sueño.
¡Anda ven que el día se acaba!
¡No tardes! TE ESPERO